BIENVENIDOS AL BLOG DE LITERATURA UNIVERSAL DEL IES JOAQUÍN RODRIGO EN MADRID.

"La eternidad es una rara virtud de la literatura". Adolfo Bioy Casares.







4º ESO LIU

miércoles, 14 de diciembre de 2016

MITO DEL DON JUAN LITERARIO EN EUROPA

DON JUAN

La figura del Don Juan, creada por Tirso de Molina en El burlador de Sevilla y recreada por José Zorrilla en el siglo XIX en su Don Juan Tenorio ha sido una de las aportaciones más productivas de la literatura española a la cultura europea: una opera, el Don Giovanni de Mozart, un poema sinfónico de Richard Strauss, el Don Juan de Molière o el de Lord Byron son muestra suficiente de la influencia que este personaje ha tenido a lo largo del tiempo en todos los campos de la creación. 
El Don Juan, el burlador, debía de existir ya en el imaginario popular antes de cobrar cuerpo literario y su pervivencia como mito se debe en realidad a un talante moralizador y profundamente católico que pretende mantener dentro del orden establecido la vida y el pensamiento del pueblo. Lo que representa Don Juan es la ruptura absoluta de todas las normas y reglas preestablecidas. Ni la moral de la iglesia ni la justicia de los hombres tienen valor alguno, únicamente la vida como juego y disfrute tiene sentido. Ese es posiblemente uno de los sueños más antiguos del ser humano: una vida vivida en absoluta libertad, y esa es la mayor pesadilla imaginable para la rígida mentalidad de la España de la Contrarreforma. El burlador de Sevilla acaba trágicamente con un Don Juan abrasado por el fuego del infierno, el Don Juan de Zorrilla muere tras arrepentirse, redimido por el amor. Su conducta ha sido errónea y es justamente castigada. Ese desenlace, curiosamente, ha sido olvidado en la trasposición del mito a la realidad: hoy "ser un Don Juan" es un halago, el mayor elogio que se le puede hacer a un "macho". Si un hombre recibe tal calificativo tenemos que entender que, en primer lugar, una de sus principales ocupaciones es la de seducir mujeres, y en segundo lugar, que además las mujeres caen literalmente rendidas a sus pies. Un par de versos conocidos por casi todo el mundo y esa idea básica del hombre capaz de seducir a cualquier mujer, incluyendo a una monja, es todo lo que ha quedado del Don Juan. ¿Qué motivos han llevado a una simplificación tan radical de un personaje literario lleno en sus orígenes de matices y contradicciones morales?

Es cierto que es tradición el representar el Don Juan Tenorio de Zorrilla en muchos teatros españoles durante la festividad de Todos los Santos el día 1 de noviembre, y que es seguramente una de las obras literarias que cualquier español conoce, al margen de su nivel cultural o condición social ( conoce el nombre y en muchas ocasiones el argumento, lo que no quiere decir que la haya leído); sin embargo, al menos desde mi punto de vista, la frivolización del mito ha hecho olvidar el trascendente retrato que Tirso de Molina hizo de la condición humana mediante ese personaje contradictorio que, empujado por su absoluto egoismo, enfrenta duramente la esencia del instinto con las creencias religiosas, normas de conducta y leyes, a menudo absurdas, con que el hombre civilizado ha intentado someter ese instinto a lo largo de los siglos.











DON JUAN de Lord Byron
Acercamiento irónico y satírico del poeta romántico Lord Byron a la legendaria figura del mujeriego Don Juan que anteriormente había sido popularizado por Tirso de Molina, Goldoni o Moliere y con posterioridad lo haría por José Zorrilla.
Desarrollado en dieciseis cantos, esta visión (autobiográfica) del conquistador amoroso, presentado por Byron desde una perspectiva netamente romántica y atípica del seductor, está considerado como el mejor trabajo literario del autor inglés.
Leamos unos fragmentos traducidos al español:
Busco un héroe, búsqueda poco frecuente
Cuando cada año y cada mes se inventa uno
hasta que, tras saturar las revistas con su palique
La gente descubre que no era auténtico.
No voy a molestarme a ensalzar a uno de éstos.
Por contra, prefiero a Don Juan, nuestro viejo amigo.
Todos le conocemos en la pantomima enviado
al infierno un poco antes de tiempo
Nació en Sevilla, ciudad magnífica
y famosa por sus naranjas y mujeres.
Quien no la haya visitado tiene mucho que lamentar.
Así reza el proverbio, y convengo en ello.
De todas las ciudades de España no hay otra más hermosa
excepto Cádiz quizá. Enseguida lo veréis.
Los padres de Don Juan vivían junto al río,
ese noble caudal llamado Guadalquivir
Es una pena que doncellas educadas se casen
siempre con personajes carentes de ilustración
o caballeros que, aunque de buena familia y crianza,
sean sordos a la disquisición científica.
Más prefiero no mencionar estas mentalidades,
soy un hombre sencillo y he visto pocas cosas
pero, ¡ah, maridos de damas intelectuales!
decidnos sinceramente, ¿no os han vuelto unos calzonazos?


La verdadera historia de Don Juan.

El Don Juan de Lord Byron, a pesar de ser una obra inconclusa, es una obra que aporta una nueva mirada al personaje: ya no es el rufián, burlador e insensible que Tirso presenta sino un niño, un joven, lo suficientemente bueno como para no irse al infierno. Tenemos a un Don Juan a quien le ocurren diversas desgracias y que logra salir airoso de ellas. Su fama entre las mujeres se basa en sus historias, su atractivo, su sinceridad y nobleza. Sin proponérselo, más de una cae ante sus pies: una mujer casada, la hija de un pirata, una sultana, una emperatriz, una duquesa... De diversas edades pero todas bellamente impresionantes, se ven atraídas ante este joven español que tiene la habilidad de entenderlas (literalmente), apreciarlas y protegerlas. Es un personaje lo bastante inteligente para aprender diversos idiomas, hábil en la batalla y un buen amante.

La obra es bastante larga y muy interesante pero está plagada de sarcasmos, escenas irónicas y burlas que hace el autor a otros personajes de su momento; pero Lord Byron, quien muestra una antítesis de lo que enseñaba Tirso de Molina, sabe cómo explotar las cualidades de su joven Juan. Un personaje quien, sin bien no es malvado, sigue siendo atractivo incluso para los lectores. El ser bueno no le quita su derecho a ser querido tanto por el narrador, las mujeres e incluso a aquel lector que se atreva a enfrentarse al sarcasmo puro de Byron.

Don Juan es un arquetipo del hombre libertino. Sus primeras historias datan de 1630, aunque se especula que su antigüedad es todavía mayor. Muchos autores y compositores se ocuparon de él, entre ellos, Tirso de Molina, Molière, José de Espronceda, Mozart, E.T.A. Hoffmann, Alexander Pushkin y Søren Kierkegaard, por citar solo algunos.

Este giro  en el personaje de Don Juan  le permite a Lord Byron retratar uno de los mejores Don Juanes de la literatura a través de dieciséis cantos épicos que también conforman su obra maestra.

La figura de Don Juan tiene grandes similitudes con la personalidad de escritores como Giacomo Casanova o el Marqués de Sade, grandes seductores en la literatura y el teatro.

0 comentarios:

 
Copyright 2009 LIT. UNIVERSAL. Powered by Blogger
Blogger Templates created by Deluxe Templates
Wordpress by Wpthemescreator